
En un mundo donde los datos son el nuevo motor de la economía, la seguridad de la información se convierte en el superpoder fundamental para construir confianza, habilitar innovación y acelerar el impacto de la inteligencia artificial responsable.
Cada 30 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Seguridad de la Información, un recordatorio global instaurado en 2004 para sensibilizar a ciudadanos, empresas y gobiernos sobre las crecientes amenazas cibernéticas y la importancia de proteger la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos. Pero en 2025, este día trasciende la conmemoración: se convierte en un llamado urgente para reforzar los cimientos sobre los que se construirá la próxima década de transformación tecnológica.
El contexto no podría ser más desafiante. Según McKinsey, el costo global del cibercrimen superará los 10.5 billones de dólares anuales para 2025, impulsado por ataques cada vez más sofisticados. MIT Technology Review destaca que el 80% de las organizaciones ha enfrentado incidentes derivados de brechas humanas, demostrando que la tecnología por sí sola no basta. Y Google Cloud reporta que los ataques a infraestructuras críticas y gobiernos se han incrementado un 38% debido al uso de IA generativa por parte de actores maliciosos.
Ante este panorama, la seguridad ya no es un “área técnica”: es una política económica, social y estratégica. Y aquí es donde se activa la narrativa que impulsamos desde Xertica.ai: la Impactful Revolution.
La Impactful Revolution sostiene que la tecnología solo es transformadora cuando amplifica la capacidad humana y genera progreso económico y social medible. Pero este impacto solo es posible si existe un pilar innegociable: confianza digital.
Por eso, en Xertica.ai hablamos de AI Superpowers, y el primero de ellos es precisamente éste: proteger los datos para liberar el máximo potencial de la inteligencia artificial.
La nueva generación de herramientas basadas en IA—como Gemini, modelos fundacionales seguros o arquitecturas zero-trust—abre una oportunidad histórica: automatizar la detección de amenazas, acelerar la respuesta, reducir riesgos y eliminar errores humanos. Según OpenAI, los sistemas de IA correctamente gobernados pueden disminuir hasta un 75% de los incidentes derivados de filtraciones no intencionales.
En nuestras implementaciones, vemos cómo gobiernos, bancos, aseguradoras y empresas de alto tráfico digital logran Faster Time to Value cuando combinan tres elementos:
La seguridad de la información no es un requisito técnico: es el punto de partida de una revolución que impactará a millones.
Y en esta década, quienes protejan mejor sus datos serán quienes liberen antes el verdadero poder de la IA.